La Samp no juega, el Palermo pasea: los rosanero ganan 3-1
No
hay arrepentimiento hoy. Ninguna injusticia a nivel deportivo. Y
ningún
aplauso justamente. Insegura, imprecisa, inefectiva. Una Sampdoria
indeseable pierde contra el Palermo en el segundo partido consecutivo
en casa y lo hace en la peor manera. O sea jugando mal, regalando a
los rosanero
los primeros tres puntos externos de esta temporada e incrementando –
de hecho – los sueños
de salvación
de un potencial rival en la lucha para no hundir. En efecto piensar
de estar ya salvos sería
un error imperdonable. Hay una ventaja y debe ser defendida.
Partiendo del próximo
domingo por la tarde, cuando se jugará
mucho más
que un simple derbi de la Lanterna.
El
partido. Pero hacemos un paso atrás.
Sin Andrea Poli y Nenad Krsticic, los blucerchiati
fatigan al crear el juego y al 35' padecen un gol. Von Bergen castiga
Sergio Romero durante una incertidumbre colectiva de la defensa, pero la
Samp empata apenas después con un gol de cabeza de Gianni Munari, después
de una esquina de Eder. El 1-1 dura tan solo durante el intervalo. Al
5' del segundo tiempo Ilicic encuentra via libre, salta los rivales
como bolos y firma la nueva ventaja de los sicilianos, que al 11'
sellan el encuentro con el tercer gol de Garcia.
Inaceptable.
Después del partido todas las consideraciones son unívocas.
«Hemos
sido demasiado feos para ser verdaderos, bajo todos puntos de vista.
Espero solamente que se trate de un episodio debido al cansancio»,
dijo Delio Rossi. El director deportivo Carlo Osti añadió:
«Pido disculpas a los hinchas y a todos los que aman los colores de
la Samp: la prestación
ha sido inaceptable. Si pensamos de estar ya salvos, nos estamos
equivocando».